La Cámara Argentina de Feedlot informó que está trabajando en la reglamentación de la ley que regula la actividad en la provincia de Buenos Aires. Además, opinaron que el brexit abre la posibilidad de negociar la inclusión de animales a corral dentro del cupo de exportación a la Unión Europea.

La Cámara Argentina de Feedlot (CAF) trabaja con el gobierno bonaerense en la puesta en marcha de la reglamentación de la ley 14.867, que le da marco y regula a la actividad en territorio provincial. La norma fue promulgada en el cierre de 2016 y establece parámetros de funcionamiento para los corrales de engorde.

También define qué se considera feedlot y establece que “no podrán funcionar sin la previa habilitación por parte de la autoridad de aplicación”, para lo cual deberá realizarse previamente (entre otros requisitos) un estudio de impacto ambiental para los establecimientos nuevos o una auditoría ambiental para los preexistentes.

El abogado Patricio Reviriego, director ejecutivo de la CAF, destacó que “lo ideal es que la reglamentación determine que, quien hace bien las cosas para mitigar los aspectos negativos que pueda generar la actividad, tenga una habilitación definitiva provincial, ya que eso le daría seguridad jurídica”.

Entre los puntos de la ley observados por Reviriego, figuran requerimientos sobre “la infraestructura que debe tener el establecimiento y respecto del manejo de los animales” así como la exigencia de que “el estudio de impacto ambiental, que es fundamental, sea presentado a la autoridad ambiental competente”. En este sentido, el abogado contó que esta exigencia “se superpone con la ley 11.723, que exige que se debe presentar ante el municipio que no siempre cuenta con una área pertinente para analizarlo, por lo que los productores quedan en el limbo, sin el respaldo legal correspondiente”.

Otro tema que preocupa de esa normativa es la zonificación, que en los últimos años fue tema de conflicto entre zonas urbanas y emprendimientos rurales en diferentes provincias.

“Hay muchas medidas que se toman y que mitigan cuestiones como el olor, pero no creemos que haya zonificación ni distancia ideal. Eso lo debe establecer el municipio y por eso hay que destacar el estudio de impacto ambiental, que si está bien hecho va a contemplar la cuestión de la distancia”, aclaró Reviriego.

Negociación Hilton

El otro tema que importa al sector es el protocolo para cubrir la Cuota Hilton, que hoy solo permite carne de animales engordados a pasto.

El directivo cree que tienen una chance histórica de reformular ese requisito gracias a que la salida del Reino Unido de la Unión Europea abre la puerta a una renegociación de diferentes acuerdos con ese bloque comercial. Entonces eso permitiría impulsar la inclusión de carne terminada a corral dentro del cupo.

“El modelo productivo cambió por la cesión de 16 millones de hectáreas ganaderas a la agricultura. Es completamente distinto al que había cuando se definió la cuota Hilton (en 1979)”, dijo Reviriego.

“Tenemos en claro que hay que cambiarlo (el protocolo). Los importadores saben que llevan carne con al menos algo de suplementación, con una terminación a corral o en confinamiento (producidos en los miles de establecimientos existentes a lo largo y ancho de todo el territorio nacional)”, indicó el feedlotero.

Además, según diferentes estudios, el consumidor no diferencia esa carne de la que se vende en el marco de la cuota 481 que es especialmente destinada para carne de animales que pasaron por los corrales. Por eso, para el sector no tendría sentido seguir sosteniendo esos requisitos con los que tanto cuesta cumplir. “Si no modificamos el biotipo, corremos el riesgo de que a muy corto plazo no se pueda dar estricto cumplimiento a la cuota”, advirtió el especialista.

Fuente: https://www.valorcarne.com.ar/