El Niño evoluciona con lluvias entre normales a superiores a las habituales para el NEA y la Región Pampeana, con crecidas repentinas de los ríos. Frente a este escenario, desde el INTA brindaron recomendaciones de manejo, nutrición y sanidad animal para disminuir el impacto del exceso hídrico en los rodeos.

Los pronósticos globales y nacionales prevén un impacto fuerte del fenómeno climático El Niño para la región del Litoral argentino y Buenos Aires. Las recientes precipitaciones registradas en la región y la perspectiva de continuidad de este panorama para el próximo trimestre plantean un escenario de riesgo de crecidas repentinas. Frente a esto, especialistas del INTA brindan una serie de recomendaciones técnicas para tomar buenas decisiones, anticiparse y reducir el riesgo.

 

De acuerdo a Diego Bendersky, especialista en Producción Animal del INTA Mercedes, Corrientes, “las intensas lluvias registradas en las últimas semanas generaron distintos grados de afectación en la provincia, con zonas anegadas por el exceso hídrico. Especialmente, en zona de islas, donde se realiza ganadería extensiva basada en recursos forrajeros nativos”.

Este mismo escenario de anegamientos en zonas costeras sucede en Chaco, Entre Ríos y Santa Fe. En todos estos casos, es clave contar con información técnica y, en esta línea, desde el INTA destacan la importancia de clasificar los potreros según el grado de anegamiento para trasladar el ganado donde se presenten las mejores condiciones.

A su vez, un informe del INTA Reconquista, Santa Fe, se refirió al estado de situación en la región: “Es fundamental estar preparados para los excesos de agua, en especial en establecimientos de la depresión central de los Bajos Submeridionales e islas, reducir los impactos adversos en la región y tomar decisiones con anticipación”.

Entre las recomendaciones que brindó, se destacan la limpieza de canales de desagüe. “La sequía derivó en que la mayoría de las líneas de canales sean invadidas por vegetación lo que repercute en un anormal escurrimiento del agua”, subrayó, al tiempo que se debe evaluar el estado de los caminos internos del campo. “Deben tener la altura suficiente para permitir el tránsito y ser utilizados como dormideros, en el caso de ser necesario”, indicó.

Por su parte, Bendersky subrayó la importancia de “clasificar el ganado, para ordenar los rodeos, por requerimientos nutricionales y decidir la venta, traslado o suplementación. Esto dependerá de la importancia de la categoría para el proceso productivo, su facilidad de venta o preservación para la etapa de reconstitución de los rodeos”.

El informe de Santa Fe explicó: “Si la situación nos sorprende en temporada donde las vacas están pariendo, priorizar aquellas recién paridas y las preñadas para que sean las primeras categorías en ser tenidas en cuenta al momento de implementar algún tipo de manejo especial (traslado, alturas, alimento, hospedajes, etc.)”.

Para los especialistas de la provincia, lo ideal sería “tener identificadas lo antes posible las hembras preñadas y realizar el descarte de animales improductivos, como son las vacas secas vacías, vacas sin dientes, vacas con problemas de ubre, etcétera”.

En cuanto a la alimentación de los animales, a fin de optimizar los recursos, recomendaron realizar una división de rodeos para lo que sugirieron destetar las vacas preñadas de lactancia avanzada que produzcan menos y armar dos lotes: de punta y de cola. En el primero, se ubicarán las vacas con mayor producción donde se ubican las de lactancia temprana y vacías; y en el segundo, se ubicarán el resto de los animales.

Dependiendo de la disponibilidad de potreros y ajuste de la carga las alternativas para alimentación de la hacienda son: obtener pastaje o capitalización, suplementación o venta. Estas alternativas se deben evaluar según la capacidad de cada establecimiento.

Otro aspecto muy significativo en un escenario de excesos hídricos es el manejo sanitario de los animales. “Es clave profundizar todas las medidas estipuladas en el plan sanitario, ya que el estrés propiciado por el exceso hídrico, movimientos y hacinamiento predispone al incremento de la incidencia de enfermedades”, subrayó Bendersky.

Además, recomendó prestar especial atención a la desparasitación de las categorías más jóvenes, en especial los destetes que son los que más sufren la acción parasitaria. “También es clave estar atentos y monitorear al ganado ante la posibilidad de consumo de plantas tóxicas que se incrementa en estas situaciones”, agregó.

 

Adelantarse al riesgo, clave para superarse

Hugo Benavidez, jefe del INTA Villa Paranacito y referente en ganadería de Islas del Ibicuy, Entre Ríos, aconsejó “en caso de traslado de animales a otros establecimientos, prever potreros duros, de piso firme para colocar los animales en los días de lluvia y considerar la suplementación en esto con rollos u otra alternativa”.

En este sentido, José Chiossone, investigador del INTA Colón, Entre Ríos, señaló la importancia de acondicionar la infraestructura, tal como afirmar los pisos de comederos y bebederos”. A su vez, recomendó tener “cuidado con los animales en potreros bajos a la vera de cañadas o arroyos que pueden sufrir con las crecidas”.

En referencia al traslado de la hacienda, los referentes en ganadería del INTA coincidieron en la importancia de retirar los animales del predio para llevarlos a otro con altura y forraje, en caso de anegamientos.

En este sentido, aconsejaron identificar con anticipación el destino del rodeo, así como otros detalles del trabajo para “evitar tener que hacerlo en momentos donde la creciente y las lluvias lo impidan”. También, advirtieron no dejar la toma de decisiones importantes para último momento, ya que se corre riesgo de no conseguir fácilmente hospedaje.

 

 

 

Fuente: INTA informa