Con la bioeconomía como bandera, apuntará a promover la transformación de la harina de soja y los granos de maíz en una matriz exportadora de proteínas animales y otros productos, mediante la creación de una marca país asociada al bajo impacto ambiental de los sistemas productivos. En el primer mes impulsará liberar todas las trabas al comercio exterior. El equipo de trabajo.

En un encuentro con más de cien empresarios del sector agroalimentario y referentes de la actividad, el designado secretario de Bioeconomía (exsecretaría de Agricultura), Fernando Vilella, adelantó cuáles serán los ejes de trabajo de su gestión, en el corto y largo plazo, y presentó a su equipo de colaborares.

Valor Carne estuvo presente en la reunión para acercarle a sus lectores los primeros indicios sobre lo que se viene en materia ganadera. Y si bien Vilella se abstuvo de hacer anuncios concretos en temas relacionados con la macroeconomía, reveló algunas medidas puntuales que se implementarán en el primer mes de gobierno.

“Le queremos dar una impronta distinta al sector. Ya desde el nombre estamos intentando configurar una visión que involucre, más allá de las producciones, la bioeconomía, un concepto asociado al desarrollo territorial a partir de las transformaciones de la biomasa en múltiples productos, desde los tradicionales (granos, carnes, etc.) a otros de mayores complejidades como bioenergía, bioinsumos y bioplásticos, entre otros”, planteó.

Para Vilella, esta mirada debe estar asociada a las mediciones de la huella ambiental de los productos para “la construcción de una marca país”. Al respecto sostuvo que “los distintos pasos que vamos a ir dando van a tener que ver con tratar de identificar a la Argentina con un país de productos amigablemente con el ambiente”.

En ese sentido, un dato no menor es que, ante una consulta de el consultor Víctor Tonelli, el futuro Secretario planteó la idea de ir hacia un sistema de trazabilidad individual del ganado y sostuvo que “puede jugar algún rol en la diferenciación del bife argentino en los mercados internacionales”.

Al respecto, indicó un doble beneficio que podría tener este tipo de trazabilidad: “cuando usás esos sistemas, tu propio sistema productivo se perfecciona, mejora, gana en eficiencia. A su vez, en esa misma unidad que va a hablar de trazabilidad y certificaciones, pretendemos generar una marca país que tenga que ver con el nuevo modelo productivo argentino y que cuente al mundo cómo hacemos las cosas en la Argentina”.

La producción de proteínas animales

A la hora del diagnóstico, Vilella destacó el gran avance de la producción de carne de pollo y cerdo y admitió que “en carne de vacuna hace muchos años que estamos estancados”. En ese contexto, subrayó las oportunidades para potenciar la elaboración de proteínas animales de la mano de la producción de granos, tanto por volumen como por su bajo impacto ambiental.

“Los principales dos rubros (de exportación) son harina de soja y granos de maíz. El 70% del maíz que producimos lo exportamos. A pesar de que tiene una menor huella ambiental, lo exportamos como tal, sin diferenciar, para que otros produzcan animales”, sostuvo.

¿Por qué no hacerlo acá? “Porque no hay una ley de inversión, no hay seguridad jurídica. Hay que construir para transformar, y eso es lo que estamos proponiendo: generar una matriz exportadora de proteínas. Es un propósito que abarca a todas ellas”, agregó.

Para Vilella, parte de las restricciones para este crecimiento tienen componentes macroeconómicas. “Lo importante es bajar la brecha de lo que recibe el productor en forma relativamente rápida”, adelantó, aunque no dio mayores precisiones sobre un eventual nuevo tipo de cambio ni sobre el futuro de las retenciones.

Las primeras medidas

Vilella en charla con periodistas.

En una charla con periodistas al final del evento, uno de los temas planteados fue el peso de faena. ¿Qué incentivos se le va a ofrecer a los productores para aumentarlos? “Esto es un tema sistémico, me parece que si estás haciendo un producto y al final del día arbitrariamente un señor dice que va a cerrar las exportaciones del mismo, al otro día lo abre, después te cierran siete cortes, después te los abren, después te hacen un registro, etc., difícilmente inviertas en producir más”, respondió.

En ese sentido aseguró que en la próxima gestión se buscará “dar señales donde las inversiones puedan ser recuperadas”, pero aclaró que “no hay que mirarlo como una medida aislada, hay que mirarlo como un sistema sin inflación, con crédito, con una moneda que cuando vendas va a ser la misma para los insumos que para los productos y a precio real”. Y consideró: “Cuando se alinee todo este conjunto de elementos, creemos que van a generar en los distintos actores económicos el incentivo para mejorar sus inversiones y su renta”.

Por su puesto, que lograr ese andamiaje llevará un tiempo largo. En ese camino ¿cuáles serán las medidas que se tomarán el arranque del Gobierno? ¿Se eliminarán cupos de exportación, cortes prohibidos, fideicomisos y volúmenes de equilibrio para los granos? “Estamos planteando todas esas medidas, se dará libertad de exportar. Las primeras medidas van a tener que ver con eso”, enfatizó.

A la hora de justificar la decisión, razonó: “Uno se tiene que preguntar si las medidas que se plantearon para cuidar la mesa de los argentinos funcionaron. ¿Los argentinos están mejores condiciones para comprar ese kilo de asado que se prometió? Mi respuesta es que no. Claramente no. Entonces, es falaz la argumentación y lo que consiguen son arbitrariedades que muchas veces terminan en que alguien arbitrariamente decida sí o no. Y bueno, ya sabemos todos qué significa eso”.

Sobre el impacto que tendría una baja de retenciones al maíz sobre el costo para la producción de proteínas animales opinó: “La pregunta que uno se tiene que hacer es, ¿el país más competitivo sudamericano en exportación de cerdo y pollo, tiene retenciones? Si no tiene y pueden ser líderes es porque tienen eficiencia. Bueno, entonces, ¿por qué Argentina es distinto? ¿Por qué el productor de nuestro país tiene que ser distinto de los otros? ¿Hoy son ineficientes? No, el problema son las retenciones”.

De todos modos, Vilella admitió que aún o está definida la baja de los derechos de exportación, ni para los granos ni para la carne. “Más allá de los tiempos, estamos convencidos de que la mirada del Presidente y la de Economía va en la misma línea que la nuestra”, resaltó.

El equipo de trabajo

Antes de dar a conocer los nombres de sus colaboradores, Vilella destacó la diversidad de saberes, experiencias y representación geográfica del equipo que lo acompañará en la secretaría de Bioeconomía.

“Hemos intentado hacer una organización que fuese una interacción entre distintos saberes y habilidades”, planteó. Y destacó la matriz federal de los integrantes: “los funcionarios que estamos proponiendo tienen asiento o actividades en Misiones, Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, San Juan, La Pampa y Río Negro. Hay un arco importante también de representación geográfica de distintos tipos de producciones”.

Así las cosas, el equipo presentado por Vilella fue:

Subsecretario de mercados agropecuarios: Agustín Tejeda
Subsecretario de bioeconomía e innovación: Pablo Nardone
Subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Germán Di Bella.
Jefatura de gabinete: Pedro Vigneau y Germán Paats

Dirección de Producción Vegetal: Nicolás Bronzovich
Dirección de Producción Animal: Belisario Castillo
Dirección de Producción Lechera: Sebastián Alconada
Dirección de Producción Forestal: Sabina Vetter
Dirección de Negocios y Cooperación Internacional: Maximiliano Moreno
Tecnologías Digitales: Patricio Barbera
Bioenergías: Miguel Almada
Unidad de desregulación: Julián Echazarreta

Presidente del INTA: Juan Cruz Molina
Viceprepresidente INTA: Beatriz «Pilu» Giraudo
Director del INTA: Luis Urriza

Presidente Senasa: Pablo Cortese
Vicepresidente Senasa: Sergio Roberts

Consejo Federal Agropecuario: Leo Sarquís

Hasta el miércoles faltaba cubrir la Dirección de pesca, entre los principales casilleros. También se habría dado marcha atrás con el nombramiento de Luis María Migliaro como director de Control Comercial Agropecuario.

 

 

Por Marcos Lopez Arriazu, Jefe de Redacción de Valor Carne

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